¿Te imaginas recorrer 6.500 km, atravesar el desierto sin GPS y hacerlo a bordo de un Renault 4L? Pues Sixtine Finochiarro y Maïwenn Léon no solo lo imaginaron, sino que lo hicieron realidad. Y lo mejor de todo: no viajaban solas, sino con un propósito muy especial en el asiento del copiloto: dar visibilidad y apoyo a los hogares Lázaro.
Un rally con alma solidaria
El 4L Trophy es un rally solidario en el que más de 1.200 equipos de jóvenes entre 18 y 28 años recorren Marruecos con un espíritu de aventura, autos con historia y muchas ganas de ayudar. Cuando conocimos la historia de Sixtine y Maïwenn, supimos que su viaje tenía algo especial. No solo aceptaron el reto de desafiar las dunas y los imprevistos mecánicos, sino que sumaron un desafío extra: llevar el mensaje de Lázaro más allá de las fronteras.
Mucho más que llegar a la meta
Antes de encender el motor, estas dos aventureras tuvieron que moverse rápido para conseguir los fondos necesarios. Con creatividad y determinación, lograron reunir el apoyo de patrocinadores que no solo financiaron su participación, sino que también hicieron posible que donaran parte de lo recaudado a Lázaro. Nos emociona saber que su esfuerzo no solo les permitió completar la travesía, sino también apoyar directamente nuestros hogares, donde jóvenes profesionales y personas sin hogar comparten vida y amistad.
Un paréntesis en Madrid para compartir la experiencia


Su viaje no terminó en Marruecos. De camino de vuelta a Francia, hicieron una parada en nuestro hogar de Lázaro en Madrid, donde pudimos recibirlas, escuchar sus anécdotas y compartir con ellas el mismo espíritu que las llevó a lanzarse a esta aventura: la certeza de que la vida es mejor cuando se comparte.
Desde Lázaro, queremos darles las GRACIAS por su compromiso, su alegría y por recordarnos que cada kilómetro cuenta… y cada encuentro, aún más.